Hace unas semanas pude asistir a una interesante sesión organizada por la gente de Agile Barcelona, titulada "Agile, State Of The Art".
Aunque el objetivo de esta sesión no era introducir las metodologías y técnicas ágiles más conocidas y difundidas como Scrum o Kanban, sinó explicar que se está haciendo de nuevo en este ámbito, en algunos momentos se estableció el (clásico) debate sobre cuando es mejor aplicar Scrum y cuando otras metodologías tradicionales de gestión de proyectos (simbolizadas por PMBOK).
Este debate me inspiró a escribir este post, debido a que creo que existe cierta confusión sobre los factores que hacen que aplique más un tipo de metodologías que otras.
El entorno importa, más que la metodología.
Uno de los tópicos que se introdujo fue: en las metodologías tradicionales se negocia mal el alcance al comenzar y luego eres prisionero del "triángulo de acero". Esto pasa habitualmente por situaciones del contexto como:
- Comerciales (y clientes) poco capacitados.
- Empresas que entran conscientemente en proyecto sabiendo que sus propuestas son con pérdidas para "entrar en un cliente".
- No se consulta al equipo técnico, la oferta "es algo del comercial".
- Competencia caníbal (yo me bajo los pantalones más que el otro), etc.
En mi opinión, se confunde una mala praxis habitual con las supuestas debilidades de metodologías tradicionales. Estos factores claramente son identificados como riesgos a evitar en PMBOK y por tanto, no se pueden atribuir como limitaciones de las metodologías "tradicionales". Además, si estamos en un entorno como estos, caracterizados por la poca capacidad, competencia desmedida, desconfianza entre cliente y proveedor, etc. Scrum tampoco funcionaría.
Todos solemos usar más la herramienta que más conocemos.
En la sesión creo que hablaron (hago una simplificación) fans de metodologías tradicionales, metodologías ágiles y otros "equidistantes" entre ambos tipos de metodologías.
La foto de la cabecera representa una cosa que me dijeron hace años cuando trabajaba en IBM "si sabes usar bien un destornillador, tenderás a clavar clavos con él". Es una tendencia natural entre todos la de confiar más en la metodología que más conocemos y desconfiar de aquella que conocemos, aunque no sea la que más se adapta al problema a resolver.
Igual que no tiene sentido aplicar PMBOK o Prince2 en proyectos claramente indefinidos y donde hay un alto grado de confianza entre cliente y proveedor (p.e. desarrollo interno de producto), tampoco tiene sentido aplicar Scrum donde hay poca confianza entre ambas partes, o donde existen altos costes asociados que deben ser evaluados cuidadosamente antes de comenzar el proyecto.
Haciendo una exageración, ¿alguien se imagina construir una central nuclear o una presa por iteraciones? ¿Podemos pasar al backlog del siguiente sprint una mejora en la reducción de escapes de radioactividad?
Mundo académico, mundo blogger y mundo profesional.
Los diferentes ámbitos tienen diferentes dinámicas, y en mi experiencia se decantan mayoritariamente hacia diferentes modelos de ver la gestión de proyectos. Digo mayoritariamente, porque lógicamente es imposible encontrar audiencias uniformes en estos ámbitos tan grande.
El mundo académico es pionero en el desarrollo y aplicación de técnicas, y explica desde hace décadas los modelos tradicionales de gestión de proyectos e ingeniería del software, pero en general es menos sensible a la evolución profesional y por ambas cosas, suele orientarse más a la aplicación estricta de la gestión de proyectos tradicional.
El "mundo blogger", entendido como los expertos que escriben en blogs, comunidades y redes sociales, es mucho más dinámico que el académico y difunde más rápidamente las tendencias y novedades. Por ello encontramos que la mayoría de autores en Internet hablan sobre Agile, más fácil de comenzar a usar (no siempre suficientemente bien) que sobre metodologías tradicionales.
Por otro lado, creo que existe una tendencia por parte de muchos bloggers que son freelances u ofrecen servicios de consultoría a ensalzar lo bueno que es aplicar la metodología que dominan y a demonizar (o situar como "pasado de moda") lo que no dominan. Esto, tristemente, pasa frecuentemente con Scrum.
Finalmente, el "mundo profesional" es seguramente el más variado. Existen empresas certificadas y muy orientadas al "compliance" de metodologías, otras que han adoptado completa o parcialmente Agile, y muchas otras que usan lo que traen como experiencia sus trabajadores. Cada empresa es un mundo.
¡Queremos vuestros comentarios!
Esta es mi visión del asunto, reconociendo que generalizar en "4 líneas" es un ejercicio siempre incompleto, pero aportando mi opinión sobre lo que la confusión y comparaciones equivocadas que se establecen entre las diferentes metodologías.
Me gustaría recibir vuestros comentarios, seguro que son enriquecedores vuestros puntos de vista.
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